Ubicación
Se encuentra en la calle de Tacuba No. 8 entre metro Allende y Bellas Artes a una cuadra del Eje Central Lázaro Cárdenas, en dirección al Eje 1 Norte.
Antecedentes

Desde su inauguración en 1912, el Palacio fue sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas hasta 1955 año en que se terminó la construcción del nuevo centro de la SCOP en la colonia Narvarte. En el Palacio permanecieron sólo la Administración Central de Telégrafos y por cerca de veinte años, las zonas desocupadas del inmueble quedaron casi en el abandono, hasta que en 1973 se instaló en ellas el Archivo General de la Nación.

ecumberri y por decreto del presidente José López Portillo, el edificio fue destinado al Instituto Nacional de Bellas Artes para crear el Museo Nacional de Arte.
En el 2005 el MUNAL permite la creación en un ala del Palacio, la instalación permanente de una muestra con la historia de la Telegrafía en México abriendo sus puertas el 22 de Noviembre del 2006 mismo, cuya entrada es gratuita, teniendo una afluencia aproximada de 500 visitantes diariamente.
El museo del telégrafo cuenta con una arquitectura que en lo personal me pareció muy bella en primer lugar tenemos el vestíbulo del museo, el cual nos da una idea y resumen de cómo se originaron los telegramas, algunos ejemplos y cómo es que fueron enviados, nos da un ejemplo de uno en clave morse, el cual tenía que ser decodificado por un receptor y escrito para así su comprensión.
Apreciación critica
La historia de las telecomunicaciones a nivel mundial está registrada en cada una de las salas, empezando con "What hath God wrought!”, el primer mensaje transmitido por Samuel Morse y los primeros intentos de comunicación transcontinental, así como la llegada del telégrafo a nuestro país y como ayudó a definir la historia nacional.


En el recorrido podrás encontrar diferentes fichas museográficas en las que se explica el desarrollo del telégrafo, así como algunas instalaciones relacionadas con este medio de comunicación; entre ellas, una verdadera oficina de telégrafos, arreglada justo como las de principios del siglo XX. Otro de los detalles interesantes de este museo es, que en la última sala, pueden aprender el Código Morse.
A pesar de que el Museo del Telégrafo no cuenta con una increíble colección de recuerdos, visitarlo es una excelente oportunidad para conocer la historia e innovación de lo que ahora son las comunicaciones en nuestro país
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